“Un hombre que ve el mundo a los 50 igual que a los 20, ha perdido 30 años de su vida”.
Leí esta frase el otro día y conecté con un tema que trabajamos mucho en sesión, el evolucionar, crecer y como esto puede llevarte a funcionar de otra manera y a necesitar cambiar el punto de vista en ciertos temas o necesidades.
Solemos tener definiciones, en ocasiones algo rígidas, sobre nosotros mismos y sobre lo que nos gusta, lo que no, lo que opinamos o cómo gestionamos ciertas situaciones. En consulta trabajamos para identificar esas creencias que, llegado cierto momento vital, pueden estar limitándonos.
Cambiar de opinión implica cuestionar creencias. Esto no quiere decir que hayas estado equivocado hasta ese momento, sino que quizá esas creencias entonces no te limitaban, no eras del todo consciente, no estaban identificadas o te han servido para funcionar. Sin embargo, llegas a un momento de tu vida en el que puede no funcionarte lo mismo y cambias de opinión sobre algún aspecto, esto esta bien. Tendemos a tener miedo a ser juzgados o incluso nos sentimos “mentirosos” o con miedo a ser rechazados por necesitar algo diferente.
Es habitual encontrarnos con esta situación cuando viene a consulta alguien con síntomas depresivos habiendo sido una persona activa o enérgica. Entonces, aparece la frase “quiero volver a ser la/el de antes”. Cuando aparece esta frase siempre me gusta trabajar con la/el paciente algo relacionado a la frase que ha inspirado este post, es necesario normalizar y trabajar el cambio. No es cierto que todo tiempo pasado fuera mejor. Quizá lo que en una época te vino bien, no lo hace ahora y eso no significa que lo que estás haciendo ahora no esté bien. Quizá te cueste reconocerte, por haberte definido siempre de una determinada forma, pero si funcionar de otra manera es mejor para ti, te animo a hacerlo.
Cuestionarse, cambiar de opinión y estar abierto al cambio es sano y te permite avanzar. Te invito a estar abierto a cuestionarte ciertos aspectos si crees que te pueden estar limitando y explorar aquello que creas que te puede estar dañando. “Como río no soy, atrás me vuelvo”, recuerda este refrán cuando sientas que como dije x tengo que mantenerlo. Permítete crecer, avanzar y necesitar cosas diferentes en momentos diferentes.
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La terapia es un buen recurso para todo el mundo, nadie es perfecto ni invencible. Quiero que tengas la libertad de dirigir tu vida, que recuperes tu tranquilidad interior para que vivas sin miedo al futuro y con energía para superar los problemas. Mi punto de vista como terapeuta te ayudará a ganar confianza y respeto para enriquecer el tuyo.
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