Quien ha estado en consulta trabajando en algún proceso conmigo sabe la importancia que le doy a la comunicación, tanto a la verbal como a la no verbal. La comunicación crea la realidad en la que vivimos, no solemos pensar como la manera en la que decimos una misma palabra puede cambiar el cauce de la conversación con la persona que tenemos enfrente.
En pareja, la comunicación tiene muchísima importancia. Con el paso del tiempo se crean dinámicas de relación y de comunicación que pueden ser pro o contra el bienestar de la pareja. En consulta trabajamos para identificar si hay algunas que pueden estar “castigando” la relación y potenciamos a aprendemos nuevas formas de comunicarnos que fomentan un buen clima emocional.
El objetivo que me propongo con este post es que lo puedas terminar de leer quedándote con la idea, al menos, de lo importante que es tener conciencia sobre nuestro modo de comunicarnos. Por eso, aquí te dejo algunos motivos por los que empezar a cuidar de este pilar en la relación de pareja:
Una palabra, puede cambiarlo todo. En un momento de tensión o de agobio para la pareja, decir cierta palabra o cierta palabra de determinada manera, puede generar en tu pareja una reacción defensiva, o por lo contrario, una actitud de escucha y comprensión.
Si logramos comunicarnos de una forma asertiva1, pudiendo expresar cómo nos sentimos, al tiempo que tenemos en cuenta a nuestra pareja y pudiendo buscar juntos una alternativa, estaremos remando a favor de “la paz”.
Algo así como un efecto dominó. Si yo me comunico y lo hago de una manera respetuosa y buscando ponerlo fácil a la otra persona, es más probable que tu pareja lo haga contigo y se sienta más cómodo/a para acercarse a ti.
En los momentos de conflicto debemos ser especialmente cuidadosos con las palabras que empleamos. En contra de la creencia que suele existir, las discusiones con tu pareja no deben convertirse en un momento de descarga en el que desahogarte y decir todo aquello que no dices en otros momentos. Si salen en éste, probablemente no sea de una forma tranquila y cuidadosa. Lo recomendable es aprender a descargar ese enfado de otra manera, para evitar, en momentos de conflictos, lanzar a tu pareja de una manera agresiva y dañina puede tener varias consecuencias: que él/ella entre contigo en la “guerra” o que digas palabras que queden gravadas en su memoria y vuelvan a salir en otras ocasiones.
Cuanto más espacio de bienestar y seguridad brindemos a la relación, más oportunidades tendremos de comunicarnos con nuestra pareja de forma constructiva; saber qué conductas le generan alarma, en qué momentos necesita retirarse en las discusiones…etc.
Plantéalo de la siguiente forma: ¿te acercarías más a una persona amable y dispuesta a escucharte o a una que está a la defensiva y que tiende a juzgarte? Ahora, te invito a preguntarte qué clase de persona quieres ser para tu pareja.
Trabajar sobre cómo nos comunicamos y conocer nuestras tendencias a la hora de relacionarnos, rompe con la idea de “todo vale”. Dejamos de funcionar por impulsos emocionales y aprendemos a regularnos. Esto no sólo favorecerá tu relación de pareja, sino también tu bienestar individual.
En la línea de lo anterior, es importante ir fomentando día a día un clima agradable para la relación de pareja, cogiendo hábitos y dinámicas pro-pareja. Bert Hellinger hablaba de la existencia de 3 palabras que abren las puertas del amor y del bienestar en pareja.
Estas 3 palabras son fáciles, comunes y conocidas por todos: sí, gracias y por favor.
Este sí no es solo verbal sino también una forma de aceptar y “tomar” a nuestra pareja.
Este sí significa aceptación a lo que nuestra pareja es, y no un intento de cabio constante a aquello que queremos que sea.
En pareja, es necesaria la experiencia de sentirse aceptado y querido. Es un te quiero y te elijo, con tus luces, sobras y cargas, para juntos, aprender a gestionar lo que ambos necesitamos.
También implica generar un clima que rema a favor de la relación, un “sí” cuando quizá diríamos “no”. Es ceder hoy para que mañana, desde el agradecimiento, quizá el otro también ceda.
Pedir desde el “por favor” te acerca a la otra persona desde el amor, el cariño y el cuidado. No da por sentado que el otro tiene que hacer lo que necesitamos, no que debería hacerlo sin pedirlo. Introducir esta palabra ayuda a dos cuestiones:
1.- Empezar a normalizar pedir cuando lo necesitas, sin esperar que tu pareja sea adivino/a.
2.- Valorar aquello que tu pareja hace por ti y favorecer que el/ella se sienta valorado.
Sentirse agradecido tiene un efecto bumerang. En tu pareja generará bienestar, pero en ti también. Esta palabra nos colocar en una posición de apertura hacia la relación. Empieza a emplear esta palabra cuando tu pareja esté haciendo algo por ti, desde cosas básicas o a priori, sin importancia, hasta aspectos más importantes. Además de crear ese clima emocional agradable del que estamos hablando, darás pistas a tu pareja de lo que te hace sentir bien, de lo que si te gusta. ¿No tienes la sensación de que en la queja entramos rápido, pero nos cuesta el agradecimiento?
Espero que este post te pueda haber servido para tomar conciencia sobre la importancia de las palabras. Te sugiero que, durante unos días estés más pendiente de tu forma de comunicarte con las personas que te rodean y el efecto que va teniendo el ir haciendo cambios. Además, empieza a introducir las 3 palabras mágicas que hemos mencionado. Date unas semanas y ve observando qué ocurre en tu relación.
Responsable: CRISTINA ROCAFORT CIRAC. Finalidad: Responder las consultas planteadas por el usuario y enviarle la información solicitada. Legitimación: Consentimiento del usuario. Destinatarios: Solo se realizan cesiones si existe una obligación legal. Derechos: Acceder, rectificar y suprimir, así como otros derechos, como se indica en la Política de Privacidad.
La terapia es un buen recurso para todo el mundo, nadie es perfecto ni invencible. Quiero que tengas la libertad de dirigir tu vida, que recuperes tu tranquilidad interior para que vivas sin miedo al futuro y con energía para superar los problemas. Mi punto de vista como terapeuta te ayudará a ganar confianza y respeto para enriquecer el tuyo.
Responsable: CRISTINA ROCAFORT CIRAC. Finalidad: Responder las consultas planteadas por el usuario y enviarle la información solicitada. Legitimación: Consentimiento del usuario. Destinatarios: Solo se realizan cesiones si existe una obligación legal. Derechos: Acceder, rectificar y suprimir, así como otros derechos, como se indica en la Política de Privacidad.
