Uno de los síntomas de nuestro tiempo y de nuestra sociedad que se ha agravado durante los últimos meses debido a la situación creada por la COVID-19, es la ansiedad. Casi 1 de cada 10 españoles ha padecido alguna vez una crisis de ansiedad a lo largo de su vida.
Sentir ansiedad no siempre implica tener una patología, ya que la ansiedad es una respuesta que puede ser en muchos casos saludable, ya que no indica que debemos generar cambios en algún aspecto de nuestra vida. Éste será adaptativa siempre y cuando sea algo puntual y no se prolongue en el tiempo. Sin embargo, las personas que sufren trastornos de ansiedad con frecuencia e intensos están sometidos a un importante malestar y pueden llegar a afectar al funcionamiento habitual de la persona independientemente de la edad que tenga.
La ansiedad es un mecanismo que se da en todas las personas, ya que la función de la ansiedad es movilizar al organismo para mantenerlo alerta frente a riesgos y amenazas y tomar decisiones como huir, atacar, neutralizar, adaptarse, etc. Por lo tanto, la ansiedad es un mecanismo normal y funcional, pero, en algunos casos, este funcionamiento se produce de forma alterada interfiriendo con las actividades diarias generando situaciones difíciles de controlar o desproporcionadas en comparación con el peligro real. La diferencia radica en si es algo puntual o comienza a ser una compañera de vida.
La ansiedad, por lo tanto, es una respuesta del organismo ante situaciones límite, caracterizada por una sensación de miedo, angustia o preocupación excesiva, en el que, a nivel fisiológico, aparecen una serie de síntomas como palpitaciones, sensación de ahogo, temblores, mareos o elevación de la frecuencia cardíaca, entre otros.
Existen diferentes causas de la aparición de la ansiedad en una persona y una serie de factores de riesgo que pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad:
Tener un trastorno de ansiedad o sufrir una crisis de ansiedad no sólo deriva en la sensación de angustia o miedo que se puede producir en ese momento, sino que puede generar o empeorar otra serie de trastornos mentales o físicos como pueden ser el abuso de sustancias, problemas para dormir, generación de dolores crónicos, aislamiento social, mala calidad de vida, problemas personales y, en situaciones muy extremas, el suicidio.
Dentro de los síntomas de ansiedad más comunes podemos encontrar una serie de sensaciones físicas, pensamientos negativos y comportamientos en los que podemos generar a nivel fisiológico una serie de síntomas como:
Existen también otra serie de síntomas de ansiedad comunes que te ayudarán a determinar si sufres este trastorno y puedas pedir ayuda profesional:
No se puede prevenir una crisis de ansiedad o saber con certeza qué causa exactamente un trastorno de ansiedad en una persona en concreto, pero sí se pueden tomar una serie de medidas para reducir los síntomas que te ayudarán a sentirte mejor:
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La terapia es un buen recurso para todo el mundo, nadie es perfecto ni invencible. Quiero que tengas la libertad de dirigir tu vida, que recuperes tu tranquilidad interior para que vivas sin miedo al futuro y con energía para superar los problemas. Mi punto de vista como terapeuta te ayudará a ganar confianza y respeto para enriquecer el tuyo.
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